BODEGA

Krug

Champagne

Joseph Krug nació en 1800 en la ciudad alemana de Mainz, parte del imperio napoleónico de Francia en ese momento. Creció en el corazón de la región del Mosela, fue expuesto desde el principio para la viticultura como fragmentado en la región de Champagne. Se convirtió en un joven talentoso, determinado y hablaba tres idiomas. Partiendo a los 24 como comerciante y viajero comercial, que finalmente llegó a París en 1834. Fue un momento emocionante, donde vivió en un ambiente creativo poblado por artistas. El sueño de hacer su marca en el mundo de la Champagne, José saltó a la oportunidad que finalmente lo llevaría a la grandeza: Joseph Krug fue empleado por Jacquesson, el Champagne Casa principal de la época. Rápidamente se convirtió en un socio, viajó mucho, mezclado con el influyente, pero estaba lejos de ser satisfecho. Para él, la esencia de Champagne era placer, sin embargo, variables en el tiempo podía hacer vacilar la calidad drásticamente de un año a otro. José soñaba con otra mucho más allá de las limitaciones que comprometían la calidad Champagne. A la edad de 42 años, un momento en el que más en su posición habría cerca de retirarse, él salió de la seguridad de una carrera cómoda a arriesgarlo todo. No fue una decisión fácil de tomar, especialmente teniendo en cuenta que se había casado en la dinastía Jacquesson. Pero él estaba listo para poner su visión a prueba. En 1840 conoció a Joseph Hippolyte de Vives, un comerciante de vinos de gran prestigio en Reims. Durante los próximos tres años, los dos emprendieron una colaboración secreta pero fructífera, probando nuevas mezclas. Esta amistad se convirtió en una marcha de prueba para el enfoque Krug definir. En 1843, con el apoyo de de Vives, Joseph Krug fundó la Casa de Krug & Compagnie. Al fin pudo cumplir su sueño: crear el mejor Champagne cada año, independientemente de las variaciones en el clima.